Cada día que pasa, es un capitulo escrito, una historia desnudada, un compromiso cumplido, una realidad manipulada. un sueño a la papelera, una ilusión desaprovechada.
Cada día renace de ideas, pero muy llena de temores, por un futuro de rumores, que no calmen nuestra sed de justicia, que no quiten nuestro hambre de esperanza.
Cada día brota, entre amaneceres, de lugares donde hubo áridas ameras, para convertirse en líquidos desiertos de lagrimas.
Cada día desempeña, una nueva función, a nuestra alma, a nuestro anhelo, a nuestro deseo, a nuestra preocupación.
Cada día es distinto a otro, mas claro, mas cielo, mas azul, mas infierno, mas calor, mas invierno.
Cada día se pudre con la noche y se nutre con el alba.
Cada día, se convierte en semanas, luego en años, luego en siglos, luego en frío, luego en muerte, y vuelve a empezar.
Cada día. es el quinceañero que llevamos dentro de nuestra madurez, es treintañero que forjamos, en nuestra mente, para no envejecer más rápido que los días, para no anochecer más raudo que las noches.
Autor: Fco. Peiró Gimenez (c)Todos los derechos reservaos
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