La lluvia rompe el silencio
de esta tarde tan cerrada que pareciera abrazarte. Sabiendo que ya no habrá más momentos como éste para poder despedirte.
El viento sopla en voz baja, pues no quiere molestarte mientras observas al tiempo, esperando aquel instante en que tu tren partirá. Yo a tu lado esperaré.
Sin más ropa que el recuerdo de una vida salpicada con profundas experiencias has cargado tu equipaje, pues sabes que a donde vas nada más tiene sentido.
Del aire cuelga un suspiro que apagado a ti te espera, pues depende de tu luz para brillar. De seguro que al llegar, tu destello se fusiona con el cielo, se camuflará entre estrellas.
Y aunque nadie pueda verlo, ni aunque yo no pueda verte tu resplandor me guiará, porque siempre allí estarás, y ahí siempre te encontraré.
|